La motosierra de Milei, afilada: 119 funcionarios “cortados” en 428 días

La marcha del presidente Javier Milei al frente del país sigue la misma lógica que su propuesta económica: cortar, podar, ajustar. La motosierra que el mandatario utiliza con furia no se limita al gasto público, sino que también se ha cobrado a una gran cantidad de funcionarios.

La marcha del presidente Javier Milei al frente del país sigue la misma lógica que su propuesta económica: cortar, podar, ajustar. La motosierra que el mandatario utiliza con furia no se limita al gasto público, sino que también se ha cobrado a una gran cantidad de funcionarios que, por el motivo que sea, se apartan del libreto. El último en caer bajo la hoja afilada de la política fue Mariano de los Heros, titular de la ANSES, quien en menos de un año de gestión ha sido despedido. De los Heros, que había reemplazado a Giordano en febrero de 2024, se suma a la larga lista de 119 altos funcionarios que, en menos de un año y medio de gobierno, han sido eyectados del gabinete.

La cifra es récord. Nunca, desde el retorno de la democracia, se vivió semejante inestabilidad en el Gobierno nacional. Desde que Milei asumió, en solo 428 días, 119 funcionarios de alto rango han sido cesados, lo que equivale a un promedio de dos despidos por semana. Este ritmo frenético, propio de una administración que no tolera desvíos, no es algo menor, advierten los politólogos. Pablo Salinas y Ana Castellani, quienes llevan un registro minucioso de las cesantías, explican que la inestabilidad de los cargos genera un efecto negativo en la gestión pública: “Cuando un funcionario es desplazado, se paraliza la gestión. Los actos administrativos quedan en suspenso hasta que se designe un reemplazo”, señala Salinas.

Profesión de alto riesgo

Es cierto: trabajar para Milei se ha vuelto una profesión de alto riesgo. La incertidumbre sobre la permanencia en el cargo crece cada vez más. La sensación de que el hacha puede caer en cualquier momento provoca una parálisis en la acción, un quietismo que estanca la administración. Y, como advierte Castellani, ese miedo constante de ser “eyectado” termina por generar un ambiente de frustración y desconcierto que puede desbordar hacia la impaciencia popular.

El Ministerio de Economía es, hasta ahora, el sector más golpeado por esta vorágine. Luis Caputo ha visto cómo 31 de sus colaboradores han sido despedidos o renunciaron desde el inicio del mandato. Entre ellos, Flavia Royón, exsecretaria de Minería y una de las pocas sobrevivientes de la gestión de Alberto Fernández, y Eduardo García Chirillo, exsecretario de Energía, cuyo alejamiento se vinculó con desordenes en su gestión. La renuncia de Fernando Vilella, exsecretario de Agricultura, también sorprendió, especulándose incluso que fue impulsada por Karina Milei, la hermana del presidente, debido a presuntas sospechas de espionaje por parte de Nicolás Posse, exjefe de Gabinete, cercano al presidente.

Ajuste radical

Este ajuste radical, sin duda, tiene efectos colaterales. La falta de continuidad y la constante remoción de funcionarios no solo dejan vacío de poder a sectores claves, sino que también dificultan la ejecución de políticas públicas coherentes. La moto de la eficiencia, tan celebrada por Milei, va a gran velocidad, pero hay quienes se preguntan si no está dejando a su paso una estela de inestabilidad y caos administrativo.

En definitiva, esta es la forma que tiene Milei de gestionar el poder. Con un machete en mano, cortando lo que le parece innecesario, pero no sin antes cuestionarse hasta dónde el corte puede ser tan profundo como para afectar el propio funcionamiento del Estado. Y mientras tanto, los cordobeses observan, al igual que todos los argentinos, cómo se despliega esta estrategia de alta tensión.

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