En el marco del Día Internacional de la Diversidad Biológica, el Secretario General de la ONU, António Guterres, instó a los países a replantear de forma radical su relación con la naturaleza. Alertó sobre la pérdida acelerada de biodiversidad, una crisis global que “ningún país, por rico o poderoso que sea, puede ignorar ni enfrentar solo”.
Guterres advirtió que un millón de especies están en peligro de extinción y que el 75% de los ecosistemas terrestres ya han sido gravemente alterados por la actividad humana. Subrayó que esta degradación afecta directamente la seguridad alimentaria, la salud y la lucha contra el cambio climático.
Explotación sostenible
En este contexto, hizo un llamado urgente a aplicar el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal, que busca revertir esta pérdida antes de 2030. Esto incluye reforzar la financiación, apoyar a comunidades locales e indígenas y revisar políticas que incentivan la explotación insostenible.
Uno de los símbolos de esta crisis es el yaguareté, el mayor felino de América, actualmente en peligro crítico de extinción. En Argentina, donde su hábitat se reduce constantemente, iniciativas como el “seguro de yaguareté” —implementado por el PNUD, el gobierno de Misiones y organizaciones locales— buscan proteger tanto a esta especie como a los productores rurales.
“Vivir en armonía con la naturaleza no es solo una meta ideal, es una necesidad urgente”, concluyó Guterres, subrayando que solo una acción conjunta y decidida podrá asegurar un futuro sostenible para todos.