
La reconocida primatóloga británica Jane Goodall falleció hoy a los 91 años por causas naturales en California, mientras realizaba una gira de charlas. Así lo informó el Instituto Jane Goodall, organización que ella misma fundó y que hoy lidera su legado global de conservación.
Goodall revolucionó la ciencia al demostrar que los chimpancés utilizan herramientas y expresan emociones complejas. Más allá de sus hallazgos en Tanzania, dedicó su vida al activismo ambiental, promoviendo el respeto por todos los seres vivos y denunciando prácticas crueles en la agricultura industrial, la experimentación animal y el tráfico de fauna silvestre.
En 2009, Goodall visitó la Reserva de Monos Carayá en Tiú Mayú; allí caminó en silencio entre los árboles, observando a los monos aulladores con la misma ternura y respeto que la caracterizó durante toda su carrera.
En las sierras de Córdoba
Su paso por Argentina dejó una huella imborrable. En 2009 visitó la Reserva de Monos Carayá en Tiú Mayú, La Cumbre (Córdoba), acompañada por Alejandra Juárez, directora del Instituto Jane Goodall Argentina. Aquel encuentro fue un momento íntimo con la naturaleza local: Goodall caminó en silencio entre los árboles, observando a los monos carayá con la misma ternura y respeto que la caracterizó durante toda su carrera.

Goodall fue también Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas y fundadora del programa educativo Roots & Shoots, que inspiró a miles de jóvenes a actuar por el planeta.
Su voz, serena pero firme, seguirá guiando a quienes luchan por un mundo más justo y compasivo.







