
La tensión económica y financiera en Argentina se profundizó ayer, con un fuerte derrumbe de bonos y acciones, y un riesgo país que superó las 1.400 unidades, alcanzando niveles que complican el acceso al crédito internacional.
Los bonos en dólares cayeron hasta 7,8% en Wall Street y hasta 14% en la plaza local. El índice S&P Merval retrocedió 5,1% en pesos y 7,3% en dólares, acumulando en septiembre un desplome de casi 25%. En Nueva York, las acciones argentinas se hundieron hasta 9,6%, encabezadas por Grupo Supervielle, Edenor y Banco Galicia.
La volatilidad se agudizó tras la primera intervención del Banco Central en cinco meses, que vendió reservas luego de que el dólar alcanzara el techo de la banda cambiaria.
Consultoras advierten que, sin ingresos frescos, las reservas netas podrían volverse negativas en febrero de 2026, complicando el pago de vencimientos por más de u$s34.000 millones hasta 2027.
Ventas por pánico
El revés electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires y las dificultades legislativas para el Gobierno intensificaron el “panic selling”. En paralelo, el Senado deberá tratar los vetos presidenciales a leyes clave, con un oficialismo debilitado y expuesto a nuevas derrotas parlamentarias.
En este contexto, los mercados descuentan mayores tensiones políticas y cambios en la política cambiaria hasta las elecciones de medio término, en medio de una caldera económica y financiera que no muestra señales de alivio.








