En el cuarto día de intensos combates, Irán lanzó una nueva oleada de misiles contra Israel durante la madrugada del lunes, causando la muerte de al menos cinco personas. Mientras tanto, Israel aseguró haber alcanzado la superioridad aérea sobre Teherán, afirmando que sus aeronaves pueden sobrevolar la capital iraní sin enfrentar una amenaza significativa.
Según el portavoz militar israelí, general de brigada Effie Defrin, las fuerzas israelíes han destruido más de 120 lanzadores de misiles tierra-tierra en el centro de Irán, lo que representa aproximadamente un tercio del arsenal iraní de ese tipo. Además, la aviación israelí bombardeó diez centros de comando pertenecientes a la Fuerza Quds, el brazo de operaciones exteriores de la Guardia Revolucionaria iraní, ubicados en Teherán.
“Golpe profundo”
Defrin calificó los ataques como un “golpe profundo y completo” a la capacidad militar iraní, lo que marca un punto de inflexión en el conflicto. La escalada bélica entre ambos países ha despertado gran preocupación en la comunidad internacional, ante el riesgo de un conflicto regional más amplio. La posibilidad de una intervención diplomática se vuelve cada vez más urgente para evitar un mayor derramamiento de sangre y una desestabilización en Medio Oriente.







